La Romería” de Rodrigo Cuevas se nutre de las canciones que conforman el disco, “Manual de Romería” aunque, además, por “La Romería” discurren algunos de los temazos de su trabajo anterior tales como “Arboleda bien plantada” o “Rambalín”, auténtico estandarte que hace justicia poética LGTBIQ donde la justicia real quedó ausente.
“La Romería” está alimentada por el humor, la crítica social, la ironía, la denuncia inteligente y la sensualidad marca de la casa, por el uso naturalizado del asturiano y del español como lenguas vehiculares, aderezado además con una puesta en escena que rompe con la imaginería precedente en el escenario tanto como en el vestuario.
Nos vamos por tanto con “La Romería”, un espacio para la celebración y para la comunión, un lugar para sentirnos libres de prejuicios, para latir soberanos y amantes, libertinos y buenos en el más amplio sentido de la palabra bueno.
Un show extrovertido, caliente, ambicioso, alegre, bailable e incluso épico.
Dejen todo lo que tengan entre manos y súmense a “La Romería”, quizá sea esta su última oportunidad.