La aventura musical de Invisible World, el cuarteto liderado por el contrabajista Tomás Liska, es única en el marco de la música contemporánea en Chequia. Combinando sus propias composiciones con elementos del jazz, la música de cámara así como con componentes de la tradición mediterráneas y del este europeo, el resultado resulta ser una suerte de alquimia perfectamente depurada, de gran belleza y de singular coherencia.

Su pretensión no aspira a epatar con exhibicionismos inanes aunque su pericia instrumental sea soberbia, más bien se postulan para que las emociones irradien con categoría y claridad, como si fuera fácil conseguir tamaño despliegue de calidad.

Las fuertes melodías se adornan en un lance en el que la improvisación juega un papel primordial. El espíritu del jazz.
Invisible World actuaron el pasado otoño en Womex 2018 conquistando el escenario principal del Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas donde ofrecieron un concierto excelente, vigoroso, repleto de matices y de colores. Son, sin lugar a dudas, un cuarteto maravillosamente ensamblado en el que cada instrumentista brilla en su justa medida porque trabaja pensando en el bien del colectivo.

Invisible World han visitado festivales de jazz y de world music de Europa, África, Inglaterra y de Japón. En 2017 se alzaban con el Premio del Público en el International Music Conference de Ostrava. En 2018 resultaron nominados a los premios Ceny Andel, una especie de Grammys Checos, en la categoría de Jazz/Blues. Han cosechado elogiosas críticas de medios de referencia como la revista Songlines entre otras.

Los componentes de la formación proceden de diferentes países (Turquía, Serbia y Chequia) lo cual proporciona al conjunto visiones culturales enriquecedoras y conocimientos musicales propios para que sus respectivos afluentes desemboquen en el proyecto de sus vidas.

Efe Turumtay (violín)
Kamil Slezák (batería, percusión)
Nikola Zari  (acordeón)
Tomáš Liška (contrabajo)

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